Fernando Navarro ha traído a Gijón un caso de éxito concreto y un modelo exportable: Café Babel, la primera revista digital
europea en la que ha trabajado durante los últimos años como editor de información política.
Café Babel nació en 2001 en las manos de un grupo de Erasmus en Estrasburgo y ahora tiene 30 delegaciones locales en 21 países. Cada artículo publicado, se traduce para que esté disponible en 6 idiomas. Hay 12 asalariados y unos 900 colaboradores. “Esto funciona gracias al cariño de la gente, aunque con una metodología periodística precisa”, ha contado Fernando ante el grupo de asistentes. El lector medio de Café Babel tiene 36 años y es una mujer licenciada que vive en una ciudad. Un potentísimo nicho de mercado para un medio que, sin embargo, sobrevive gracias al apoyo de diferentes instituciones.
Esta revista paneuropea no nace por oposición a nadie. “Es que, simplemente, no había nadie que hiciera periodismo europeo para nuestra generación, la eurogeneración“. Y, como siempre, nombrar a Europa desemboca en un ejercicio de revisión.
¿Cuál es el fundamento de Europa? “El mercado”, ha comentado alguien. Sin embargo, Navarro sostiene que “la economía es una fórmula para enganchar a la gente y la política a través de lo que más atractivo les resulta; pero detrás de ese cebo, hay mucho más. Europa es un sistema alternativo, no construido sobre el nacionalismo o sobre un Dios, sino sobre el diálogo. El problema es que el propio concepto del diálogo ha sido banalizado”.
Siendo más concretos: “Europa no está bien nacida, maneja unos símbolos y unas formas propias de una institución con siglos de existencia, y no joven y moderna. Europa sufre un cáncer: la corrección política, que cercena todo debate y además es muy hipócrita. El ciudadano de a pie se da cuenta de eso”.
El periodismo como proceso personal
Fernando Navarro empuña una dialéctica barroca pero empática. Además de compartir su modelo y su experiencia en el asociacionismo, su objetivo esta mañana era “que los que estáis aquí hoy volváis al sitio de donde venís y lancéis un proyecto de periodismo ciudadano. Si trabajáis con jóvenes, empujadlos a salir de su ámbito local. Enseñarles a ponerse en la piel de otros”. Porque, parafraseando la definición que Amos Oz hacía de la literatura, el periodismo también es “cerrar los ojos y abrirlos en los ojos de otra persona”.
“La juventud necesita participar en batallas, y no en guerras. Los jóvenes necesitan iniciativas concretas, que la carrera de su vida tenga muchas asignaturas”. El periodismo ciudadano es una de esas iniciativas: “tendrás que trabajar en colectivo, quizá aprender idiomas, ponerte en la piel de otras personas, hay que ir a buscar las historias, te hace reconocer lo contradictorio o lo casual y fuerza el músculo de la adaptación”.
admin, Septiembre 24th 2009
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